La Legislatura Estatal de Nueva York ha aprobado un proyecto de ley (S.5535/A.382) que permite el compostaje de cuerpos humanos, es decir, su transformación en fertilizante.

Una vez sea firmada por la gobernadora del estado, Kathy Hochul, la medida entrará en vigor al cabo de 90 días, con esta disposición Nueva York se estaría sumando a Washington, Colorado y Oregón donde ya se realiza esta práctica.

La nueva ley permitiría llevar a cabo la descomposición biológica de los cadáveres en un contenedor sobre el suelo, hasta que los restos humanos se transformen en abono.

Los promotores de esta ley intentan sustentarla bajo los argumentos del ecologismo, ya que a decir de ellos esta forma de tratar los cuerpos de las personas fallecidas es más ecológica y económica  que la cremación o el entierro, ya que los restos se descomponen rápidamente en recipientes elevados hasta convertirse en tierra.

Mientras, la Conferencia Católica del Estado de Nueva York se ha opuesto a la medida, alegando que el procedimiento subvierte la idea de que el cuerpo humano debe ser tratado con dignidad y respeto:

“Aunque no todos comparten las mismas creencias con respecto al tratamiento reverente y respetuoso de los restos humanos, creemos que hay muchos neoyorquinos que se sentirían, como mínimo, incómodos, con este método de compostaje/fertilización propuesto, que es más propio para recortes de vegetales y cáscaras de huevo que para cuerpos humanos”