Según un informe de Brandon Morse de RedState, las acciones de Disney disminuyeron un 45,44 % de junio de 2021 a junio de 2022 en medio del fracaso de taquilla de Lightyear, el spin-off de Toy Story lanzado recientemente, y el desempeño relativamente decepcionante de la última serie de transmisión de superhéroes de Disney Plus, Ms. Marvel.

Disney se ha dedicado últimamente a militar en favor de las ideologías progresistas, especialmente a favor de la agenda LGBT y no solo con el contenido audiovisual que crean si no con otros medios, como cuando a principios de este año, Disney adoptó una postura contra la ley de derechos de los padres en la educación de sus hijos, en Florida. Dicha ley prohíbe que las escuelas enseñen a los niños desde el jardín de infantes hasta el tercer grado sobre el transexualismo y otros temas relacionados con la sexualidad, limita las discusiones sobre la sexualidad para niños mayores a contenido “apropiado para la edad”. y requiere que los padres estén informados de cualquier cambio que pueda afectar el bienestar físico, emocional o mental de su hijo.

Los grupos de activistas LGBT dentro de la empresa, que engañosamente la llamaron la ley “No digas gay”, organizaron huelgas para presionar a la empresa a tomar una postura, ya que inicialmente Disney había mantenido silencio respecto a la ley. Los empleados más conservadores de Disney publicaron una carta abierta anónima denunciando el clima interno de hostilidad de la compañía hacia “aquellos de nosotros cuyas opiniones políticas y religiosas no son explícitamente progresistas”.

La terrible experiencia fracasó en la compañía, lo que provocó la filtración de videos internos de ejecutivos y creadores de Disney que declaraban abiertamente sus intenciones de inculcar a los niños el dogma LGBT a través de sus proyectos de cine y televisión, esto provocó que Florida revocara el estatus de “distrito especial” financieramente ventajoso para su parque temático en el Estado del Sol.