Quién una vez en su vida no ha necesitado del pronóstico del tiempo para saber qué ponerse, para planificar algún paseo o para saber si seguirá lloviendo o seguirá haciendo calor o mejor aún, si es que se darán las condiciones propicias para un óptimo crecimiento y desarrollo de algún cultivo.

Entonces nos preguntamos, ¿qué tiempo hará hoy? o ¿qué clima hará mañana?, concluyendo erróneamente que ambos términos son sinónimos. Sin embargo, técnicamente, no son lo mismo.

Cuando hablamos de tiempo atmosférico, nos referimos a las condiciones atmosféricas en un momento y determinado lugar, es esa condición que sentimos a cada instante. Si observamos la atmósfera, comprobaremos, por ejemplo, si tenemos un día nublado, lluvioso, etc. El tiempo atmosférico es entonces aquello que podemos apreciar, sentir y ver fácilmente en un instante en un determinado lugar, y que no es igual todos los días. Aquí radica la principal característica del tiempo atmosférico: es cambiante.

El clima, en cambio, se refiere al promedio de todas las condiciones del tiempo atmosférico de un lugar determinado en un periodo de 30, 50 o 100 años. En un sentido más amplio, clima se refiere al estado del sistema climático. A diferencia del tiempo atmosférico, el clima no se observa diariamente, para conocerlo, debemos vivir en un lugar determinado durante un periodo mínimo de 30 años, según lo definido por la Organización Mundial de Meteorología (OMM), y éste está controlado por la interacción de la atmósfera con otros componentes del sistema Tierra, factores radiativos y factores físicos-geográficos. Es por eso que un ejemplo de clima, sería decir que en el norte de Perú hace más calor que en la zona sur o que hace más frío en la Antártida que en el sur de Chile.

Sin embargo, tiempo y clima son términos que no pueden separarse, es por ello que a veces se tienen episodios de tiempos inusuales dentro de ciertos climas, como cuando en pleno verano en la costa norte peruana, se tienen días muy fríos.