La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, celebró el martes una reunión con asesinos abortistas para discutir las medidas que tomarán ante la anunciada derogación por parte de la Corte Suprema de la sentencia Roe v. Wade, que tendría lugar en breve. Se trata de la tercera reunión de ese tipo a la que asiste Harris en las últimas semanas.

En dicha reunión estuvieron expertos legales y tecnológicos que apoyan el aborto, Harris señaló el continuo compromiso de la administración Biden a favor de la plena legalización del aborto.

Entre los invitados se encontraban las profesoras de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York Peggy Cooper Davis y Melissa Murray, el profesor de la Facultad de Derecho de Harvard Glenn Cohen, la profesora de la Facultad de Derecho de la UC Irvine Michele Bratcher Goodwin, la profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Michigan Leah Litman, líderes del Centro Brennan para la Justicia y la editora de la revista Ms.

«Creo que todos creemos y sabemos que nuestra nación se fundó sobre ciertos principios que apreciamos: principios de libertad, libertad y autodeterminación», dijo Harris en su declaración inicial. «Y creo que todos esos principios están en juego cuando miramos el borrador de sentencia filtrado».

La semana pasada, Harris mantuvo una reunión con líderes religiosos pro-aborto y, a mediados de mayo, con trabajadores del sector para hablar sobre las posibles medidas para mantener los abortos legales y disponibles si el Supremo permite a los estados proteger de nuevo a los bebés no nacidos del aborto.

Harris dijo que el gobierno de Biden apoya el aborto «sin restricciones», es decir, el asesinato de bebés no nacidos por cualquier motivo hasta el nacimiento, pagado por los contribuyentes.

Para Harris, la vida de los bebés no nacidos no importa tanto como la «autodeterminación» y ha afirmado que abortar a un bebé no nacido tiene que ver con el «derecho a vivir y amar».