El pasado 7 de abril Archie, Battersbee, de 12 años, fue encontrado inconsciente en su casa de Southend, Essex; desde entonces ha sido atendido en el Royal London Hospital.

Los médicos han determinado que su tratamiento de soporte vital debe terminar pues afirman que  las pruebas no mostraban ninguna actividad cerebral «discernible».

Un médico especialista declaró ante la jueza Mrs Justice Arbuthnot que había evidencia de «áreas significativas de necrosis tisular». «Creemos que es muy probable que tenga muerte cerebral».

Una portavoz de la familia de Archie dijo al tribunal que su familia reza por un milagro. Ella Carter dijo a la jueza Arbuthnot que los familiares eran conscientes de que había sufrido una lesión cerebral «catastrófica» y que una muerte «natural» sería más fácil de aceptar.

El equipo de abogados de la familia de Archie ha argumentado que su corazón sigue latiendo y dijo que había una cuestión sobre si se había seguido «el procedimiento correcto». También cuestionaron si se habían tenido en cuenta las opiniones de la familia. La ONG Christian Legal Centre apoya a la familia de Archie.