Christopher Rufo, el activista que se ha desgastado tratando de impedir que las agendas LGBT lleguen a los planes de estudios en todo Estados Unidos, señaló esta semana que el progresismo parece tener tres etapas: 

1. “No está sucediendo y es una teoría conspirativa dañina de la derecha”.
2. “Está sucediendo y es bueno que esté sucediendo”.
3. “Lo estamos haciendo obligatorio para sus hijos”.

Es lo que últimamente hemos visto ocurrir con la imposición y expansión de la agenda LGBT. Primero, los activistas LGBT son atrapados haciendo algo. Instintivamente, lo niegan. Pero cuando eso resulta imposible, insisten en que solo un fanático se opondría a lo que acaban de afirmar que nunca harían pero que ahora han sido expuestos haciéndolo. 

Considere, por ejemplo, la respuesta de un senador del estado de California al llamado del representante de Texas Bryan Slaton para una ley que prohíba los espectáculos de drag en presencia de menores en Texas después de que los videos de un evento llamado “Arrastrar a los niños al orgullo” se volvieron virales.

“Los eventos del pasado fin de semana fueron horribles y muestran una tendencia inquietante en la que los adultos pervertidos están obsesionados con sexualizar a los niños pequeños”, escribió Slaton en un comunicado . 

“Como padre de dos niños pequeños, nunca llevaría a mis hijos a un espectáculo de drag y sé que el presidente Dan Phelan y el resto de mis colegas republicanos tampoco lo harían”. 

El senador estatal de California Scott Wiener, un homosexual abierto que representa a San Francisco, tuiteó la declaración de Slaton con una propuesta propia :

“Este tipo me acaba de dar una idea para un proyecto de ley: ofrecer Drag Queen 101 como parte del plan de estudios K-12.  Asistir a Drag Queen Story Time cumplirá con el requisito”. 

Wiener se ha hecho famoso por promover leyes que beneficien a otros pervertidos como él, manteniendo en la impunidad las aberraciones que lleguen a cometer; veamos algunos ejemplos.

En 2017 impulsó un proyecto de ley para reducir a delito menor el exponer a sabiendas a una pareja sexual al VIH sin revelar la infección. Este cambio en la ley también aplicó a las personas seropositivas que donan sangre sin informar al banco de sangre de su estado.

 En 2020, Wiener patrocinó otro proyecto de ley , firmado por el gobernador Gavin Newsom, que exige que California encarcele a los hombres que se identifican como mujeres en prisiones para mujeres. La visión de las mujeres encerradas con estos criminales generalmente violentos no tiene importancia para ideólogos peligrosos como Wiener, por supuesto. 

También es coautor de un proyecto de ley para llevar a prisión a los trabajadores de la salud que rechacen un “nombre o pronombres preferidos”. Como puede observarse la mente pervertida de Wiener cree que no debería ser un delito tener sexo con alguien sin decirle que eres seropositivo, pero debes ir a la cárcel si te niegas a referirte a un hombre como mujer a petición suya.

Y por si quedaba duda de la enfermedad mental que padece este político, Wiener trabajó para despenalizar las relaciones homosexuales entre adultos y menores en ciertos casos, alegando que las leyes actuales de California discriminan a la comunidad LGBT. En resumen, trabajó para ayudar a los violadores legales a evitar la lista de registro de delincuentes sexuales.