La Compañía de Jesús (Jesuitas) en Chile tuvo que admitir la verosimilitud de las acusaciones de abusos, contra siete mujeres por parte de uno de sus sacerdotes, el P. Felipe Berríos, SJ.

“Tras una acuciosa investigación, que contó con la declaración de más de 40 testigos, la instructora ha determinado la verosimilitud de actos de significación sexual de distinta relevancia que habrían afectado a siete mujeres jóvenes y adolescentes”, señala en un comunicado la Provincia Chilena de la Compañía de Jesús.

“Estos hechos se refieren a tocaciones y diversos traspasos de límites en el ejercicio del sacerdocio, entre los años 1993 y 2009”, agrega el texto.

La investigación finalizó el 20 de agosto y ahora se enviaron los resultados a la Curia General de la Compañía de Jesús en Roma, para que sea revisado y a su vez enviado al Dicasterio para la Doctrina de la Fe en el Vaticano, donde se determinará los pasos a seguir.

Por el momento el sacerdote acusado se encuentra suspendido de su ministerio.

Por su parte el padre Felipe niega las acusaciones en su contra diciendo que las acusaciones se refieren a  “conductas impropias, como lenguaje inapropiado, hablar de temas que supuestamente no corresponderían a un sacerdote y en algunos casos de abrazos y supuestas tocaciones de muslos y glúteos”.

“Son las únicas acusaciones que he recibido en 45 años como jesuita y luego de trabajar con más de 15 mil jóvenes en colegios y otros tantos en diferentes organizaciones sociales”, agregó.

“Puedo afirmar que no he cometido los actos de significación sexual que ellas describen. De hecho, la sola expresión ‘actos de significación sexual’ es muy compleja, pues la gente se imagina relaciones sexuales no consentidas y horrores de ese tipo. Acá no hay nada de eso”.

El padre Felipe Berríos es conocido por sus posturas heterodoxas. En 2013 por ejemplo, concedió una entrevista en la que se atrevió a afirmar que la Iglesia ha lucrado creyéndose la dueña de la Salvación.

En 2014 defendió el mal llamado “matrimonio” homosexual, redujo la defensa de la vida a un asunto de opinión y criticó la canonización del Papa San Juan Pablo II, a quien también criticaba por haberse opuesto a la teología de la liberación.