Luego de pronunciar un discurso en el que expresó “profundamente vergüenza y dolor” por el papel desempeñado por los miembros de la Iglesia Católica en los abusos de las escuelas residenciales financiadas por el gobierno, el Papa Francisco se unió a un ritual pagano de “manchar” participando en la práctica indígena, esto en su visita a Quebec durante su cuarto día de actividades en Canadá.

También asistieron varios prelados de alto rango, incluido el arzobispo de Toronto, el cardenal Christopher Collins; el Arzobispo de Quebec y Primado de Canadá Gerald Lacroix; el cardenal Michael F. Czerny, SJ, prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral; el cardenal Marc A. Ouellet, prefecto de la Congregación para los obispos; Arzobispo de Edmonton Richard W. Smith; y el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin.

Como parte de la ceremonia de bienvenida planificada, un anciano de la nación Huron-Wendat abrió los procedimientos al iniciar lo que se conoce como un ritual de “difuminar en las cuatro direcciones”, usando hierba dulce y plumas de animales para esparcir humo por la habitación.

El ritual, que imita el uso de los sacramentos y sacramentales católicos, “es un claro acto de superstición pagana” que pretende ser “un ritual de purificación” en el que se reza a la “madre tierra” como una especie de deidad panteísta.

El anciano explicó que “encendería la hierba dulce y establecería mi enlace con las cuatro direcciones”, después de lo cual le lleva “la hierba dulce al Papa Francisco y una pluma de pavo salvaje, que es un elemento de supervivencia para la nación Huron-Wendat. en la tierra.”

El ritual prosiguió hasta finalizar con la aprobación de los presentes. Al final el Papa dijo:

“La Santa Sede y las comunidades católicas locales están concretamente comprometidas a promover las culturas indígenas a través de formas específicas y apropiadas de acompañamiento espiritual que incluyan la atención a sus tradiciones culturales, costumbres, lenguas y procesos educativos, en el espíritu de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”.