El cardenal Angelo Sodano murió el 27 de mayo, luego de haber estado hospitalizado en el Hospital Columbus-Gemelli de Roma por COVID-19 desde el 9 de mayo. 

Sodano, quien ha sido descrito como el “padrino del Vaticano”, estuvo siempre en la controversia por su presunto papel en el encubrimiento de abusos sexuales por parte del clero, particularmente en el caso de Marcial Maciel y el excardenal Theodore McCarrick.

Sodano se desempeñó como Secretario de Estado del Vaticano desde 1991 hasta junio de 2006, bajo el Papa Juan Pablo II y Benedicto XVI. Benedicto XVI reafirmó a Sodano como Secretario de Estado en 2005 a pesar de que el cardenal había pasado la edad normal de jubilación.  Luego, Benedicto XVI lo nombró Decano del Colegio Cardenalicio en abril de 2005, cargo que ocupó hasta diciembre de 2019.

El influyente cardenal era muy cercano al sacerdote pedófilo Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, y se decía que Sodano lo encubría. Sodano detuvo los esfuerzos en el Vaticano para investigar y revelar las irregularidades sexuales de Maciel.

Luis Badilla señaló en 2020 que Sodano era “el verdadero centro del poder la curia: desde los nombramientos en general hasta el juego curial del ‘ascenso y descenso’”.

“Durante años no se movió una hoja en el Vaticano a menos que el cardenal Sodano quisiera”, dijo Badilla, y agregó que el pontificado de Juan Pablo II fue también el “reinado” del dúo Angelo Sodano-Stanislaw Dziwisz.

Tras el nombramiento de Sodano por Juan Pablo II como Secretario de Estado en 1991, “el poder del Cardenal Sodano se volvió total, absoluto, incontrovertible y, a menudo, más incisivo que el del Papa Juan Pablo II”.