Este 4 de agosto, la curia diocesana de Matagalpa amaneció nuevamente cercada de policías, cuando hace apenas dos días que Daniel Ortega ordenó cerrar varias radios católicas en esta jurisdicción.

Mons. Rogelio Álvarez reside en la curia episcopal y cada jueves acostumbra celebrar la Santa Misa acompañado de dos jóvenes del coro, dos seminaristas y dos sacerdotes; pero este jueves al querer ingresar los policías allí presentes no les permitieron el acceso.

“Sucede que como todos los jueves yo me disponía a celebrar la Eucaristía en mi capilla con dos muchachos del coro, con dos seminaristas, con dos sacerdotes, y los muchachos fueron impedidos de entrar a la curia”, indicó el Prelado.

Ante esta situación el obispo decidió salir a la calle para realizar una adoración al Santísimo Sacramento con los fieles que se encontraban allí congregados.

“Yo salí y había ya un grupo de fieles que estaban adorando al Señor, [los policías] les revisaban las cosas, les pedían la cédula, pero no los dejaban entrar; y cuando salí ya había un grupo de fieles cantando al Señor, entonces mandé traer a Jesús Sacramentado para que oráramos aquí, para bendecir a los fieles”, relató.

Por su parte la policía Nicaragüense implementó un cerco, impidiendo a los feligreses acercarse al Santísimo Sacramento.

Mons. Álvarez afirmó que si era necesario, celebrarían la Misa y adorarían el Santísimo Sacramento en la calle, porque Cristo “es el Señor de Nicaragua”.

“Que nos dejen celebrar nuestra Eucaristía libremente, que no sigan con esto. Nosotros no les hacemos ningún daño. Si nosotros no les hacemos nada a ellos, ¿por qué ellos quieren sitiarnos?, ¿Qué va a suceder de hoy en adelante?, ¿Qué va a pasar con la curia de Matagalpa?”, cuestionó.