El objetivo de imponer sanciones a Rusia luego de su intervención militar en Ucrania era muy claro: Devastar su economía, pero en un mundo globalizado todo trae consecuencias a mayor escala.

Rusia es uno de los principales exportadores de fertilizantes. Según el Instituto de Fertilizantes de EE. UU., en términos del mercado mundial de exportación, Rusia  representa el 23 % del amoníaco, el 14 % de la urea y el 21 % de la potasa, así como el 10 % de las exportaciones de fosfato procesado.

El índice de precios de fertilizantes del Banco Mundial  aumentó casi un 10% en el primer trimestre de 2022, a un máximo histórico en términos nominales. El aumento sigue al aumento del 80% del año pasado. Según las proyecciones, los precios subirán casi un 70% este año antes de caer, presumiblemente, dentro de doce meses.

En abril, la UE  adoptó otro paquete de sanciones contra Moscú que incluía la prohibición de importar fertilizantes; además, se prohibió la entrada a los puertos de la UE a los buques registrados con bandera rusa. “ Se otorgan derogaciones para productos agrícolas y alimenticios, ayuda humanitaria y energía”, dijo el bloque. 

En marzo, la UE  sancionó a otro importante exportador de fertilizantes por su papel en el conflicto de Ucrania: Bielorrusia.

Todo esto ha afectado seriamente el precio de los fertilizantes.

La directora del Instituto Húngaro de Investigación de Agricultura Orgánica, la Dra. Dora Drexler, señala que

“Hace dos años, cuando comenzó la pandemia, todo el mundo se dio cuenta de repente de que la sostenibilidad de los sistemas alimentarios locales es muy importante porque también está interconectada con nuestra salud. Ahora, la nueva crisis subraya una vez más la importancia de la soberanía alimentaria local y los riesgos de depender de las cadenas de valor globales”,

¿Hay alguna forma de evitar el hambre? 

“Una solución sería ayudar a aquellos países que no pueden producir suficientes alimentos para su propia población en este momento, a desarrollar la agricultura local, a usar más métodos agroecológicos y a crear producción localmente. Depender más de sus propios recursos que del comercio entre continentes” puntualizó la Dra. Drexler.