Los promotores del aborto no se cansan de buscar algún modo en el que puedan seguir perpetuando su genocidio, ahora mediante algunos grupos judíos han denunciado que las restricciones al aborto son una violación de sus derechos de libertad religiosa.

Mientras hablaban como representantes de un consenso judío, algunos de estos grupos expresaron la creencia de que un niño no nacido es parte del cuerpo de la madre y solo se considera una persona una vez que respira por primera vez.

La Red Rabínica de Mujeres (WRN, por sus siglas en inglés) emitió una declaración el viernes afirmando que “los textos más sagrados y autorizados del judaísmo no ven a un feto como un alma hasta que nace. Más bien, un feto se considera parte del cuerpo de los padres hasta el parto”.

“El judaísmo enseña que la vida no comienza en la concepción o con un latido del corazón, sino con el primer aliento. Por lo tanto, obligar a alguien a llevar un embarazo que no quiere o que pone en peligro su vida es una violación de la ley judía porque prioriza un feto sobre el adulto vivo que está embarazada. Esto debe entenderse como una violación de la Constitución de los Estados Unidos que garantiza nuestra libertad de practicar nuestra religión y también nuestra libertad de los dictados de otras religiones”.

Lo que este grupo es incapaz de ver es que, es la ciencia quién debe analizar e informar cuándo inicia la vida de un ser humano y no las creencias de cada grupo religioso; justamente lo que intentan criticar estos grupos es lo mismo que pretenden hacer: imponer sus ‘creencias’ aunque no tengan una base científica.

Es interesante considerar lo que dice el sitio Priests for Life:

“La cuestión de cuándo comienza la vida de un ser humano individual tiene que ser científica, y el simple hecho es que ningún texto médico moderno muestra que la vida comienza en cualquier otro momento que no sea el momento de la concepción. El hecho de que la vida comienza en el momento de la concepción es un hecho científico comprobado que toda la retórica a favor del aborto en el mundo no puede alterar”.

Afirmar que la vida inicia hasta que el ser humano es capaz de respirar no solo carece de sustento científico, si no que parece más una proposición supersticiosa. La cuestión de cuándo comienza la vida humana no es un asunto de presuposiciones filosóficas o creencias teológicas; es un hecho científico tan cierto como la ley de la gravedad y la evidencia de que nuestro planeta es redondo y no plano. Cuando un óvulo humano y un espermatozoide humano se unen, se crea un nuevo ser humano individual con su propio código genético y destino únicos.