Javier Milei, quién aspira a ser candidato a la presidencia de Argentina y que es conocido por ser un neoliberal thatcheriano de ala dura y provida a la vez, afirmó durante una entrevista que los trasplantes deberían funcionar como “un mercado más”, sin necesidad de estar regulados por el Estado. 

“Es una decisión del individuo. Es decir, ¿quién soy yo para meterme con el cuerpo de otra persona? El que decidió venderte el órgano, ¿en qué afectó la vida, la propiedad o la libertad de los demás? ¿Quién sois vos para determinar qué tiene que hacer él con su vida? Si es su vida, su cuerpo, su propiedad”, dijo Milei.

Tras las declaraciones del hasta ahora diputado, el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) rechazó la posibilidad de instalar un mercado de venta de órganos en Argentina pues la donación se basa en “una decisión solidaria, por lo que no puede existir ninguna contraprestación a cambio”.    

También el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, cuestionó a Milei y manifestó que “el sistema de donación y trasplante de órganos actual garantiza equidad, universalidad y funciona con sustento científico”.

“La comercialización es un delito y la gratuidad es condición esencial para que sea justo. El mercado no puede ser el garante del acceso”, escribió Kreplak en su cuenta de Twitter.

Por su parte, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) emitió un comunicado expresando su repudio por la propuesta de Milei.