La hermana Nkiru Esther Ezedinachi, de la Congregación de las Esclavas del Señor Jesús, ha descrito el empeoramiento de los ataques contra los cristianos en la nación más poblada de África, afirmando que forman parte de un esfuerzo por islamizar el país bajo la hegemonía de la etnia fulani, mayoritariamente musulmana.

Ezedinachi también reprochó al Vaticano que parezca mirar hacia otro lado mientras los secuestros y asesinatos no cesan.

«Una vez más, muchos clérigos actúan como si no pasara nada, excepto unos pocos de ellos. Muchos de nosotros también nos preguntamos por qué el Vaticano y Canterbury guardan tanto silencio sobre lo que está ocurriendo en Nigeria: los secuestros y asesinatos de religiosos».

Según un informe publicado por Ayuda a la Iglesia Necesitada, «Nigeria fue el país con mayor número de víctimas, con cuatro sacerdotes asesinados», aunque México registró tres sacerdotes muertos y la parte oriental de la República Democrática del Congo registró dos.

«Lo que me sorprende al leer este tipo de informes es que el cristianismo está muy amenazado, y los líderes cristianos no parecen preocuparse mucho por ello. Si se preocupan, hacen poco o nada al respecto, salvo muy pocos de ellos, uno de cada 500», dijo la religiosa Nkiru.

«En el caso de Nigeria, la intención de los secuestradores y asesinos de sacerdotes y pastores cristianos es bien conocida: la islamización y la fulanización», afirmó.