Seis monaguillos que sirven en las celebraciones de la Santa Misa tradicional en una parroquia de Washington DC han escrito una carta al Arzobispo Cardenal Wilton Gregory, solicitando se considere sus experiencias positivas con la liturgia vetus ordo cuando sea el momento de implementar el último motu proprio del Santo Padre respecto a esta liturgia.

“Para nosotros, la misa en latín es un refugio”, dice la carta del 4 de mayo, publicada en la página de Facebook de la parroquia. “Un refugio donde los males del mundo y las luchas de la vida no pueden penetrar. Creemos que es lo más parecido al cielo en la tierra y nos encantaría que continúe”.

Como es de conocimiento de todos, en julio de 2021 el Santo Padre promulgó en forma de motu proprio Traditionis custodes el cual incluye nuevas pautas y restricciones sobre cuándo y dónde se puede usar el Misal Romano de 1962. El documento, que otorga a los obispos locales mayor autoridad sobre la celebración de la Forma Extraordinaria, fue recibido con mucho dolor y confusión entre los católicos que participan en la celebración de la Misa Tradicional en Latín puesto que para nadie es novedoso el que la mayoría de obispos se oponen a esta milenaria liturgia católica.

Aunque algunos obispos emitieron orientaciones temporales para sus diócesis, los informes de orientación permanente al respecto son muy pocos, una de las diócesis que no ha formulado tal informe es la de Washington.

La carta, escrita por monaguillos de la parroquia St. Mary Mother of God de la capital del país, dice que de no permitirse la misa en latín en St. Mary’s, se sentiría como “perder algo precioso, algo de nosotros mismos, casi comparable a perder a un ser querido.”

Los monaguillos escribieron que desean “participar del misterio de la Eucaristía” a través de la Misa en latín y agregaron que “con suerte, uno o más de nosotros seremos llamados a servir a Nuestro Señor como sacerdotes”.

Los monaguillos permanecen sin nombre. La carta está firmada, simplemente, “St. Los monaguillos de María”.

“Hemos estado asistiendo a la misa en latín en St. Mary’s desde que nacimos y nos ha encantado desde que tuvimos la edad suficiente para comprender su belleza”, dice la carta. “La experiencia de servir en la Misa es asombrosa y también encontramos gran alegría en enseñar a los jóvenes cómo servir en la Misa y guiarlos a través de las mociones y oraciones”, dice la carta.

La carta continúa: “Desde el Gloria del Jueves Santo hasta la Procesión con el Niño en la Misa de Medianoche en Nochebuena y la triste pero hermosa liturgia del Viernes Santo, disfrutamos cada parte de participar en la gran obra de Cristo. Nuestros hermanos han sido bautizados en la Iglesia de St. Mary’s y nuestras familias han recibido sus primeras Comuniones allí y se han reconciliado con Dios en nuestras primeras Confesiones en St. Mary’s”.

La carta concluye: “Le pedimos que considere estas palabras cuando tome su decisión sobre la continuación de esta hermosa forma del Sacrificio de Jesús en la Cruz”.