Todo parece indicar que la Pontificia Academia para la Vida se aleja cada vez más de la ortodoxia y pretende cambiar la doctrina católica sobre la anticoncepción. Una prueba de esto es su publicación en Twitter, en la que el organismo se expresa en contra de la encíclica Humanae Vitae.

Anteriormente ya había generado polémica con su libro «Theological Ethics of Life: Scripture, Tradition, and Practical Challenges» (Ética teológica de la vida: Escritura, tradición y desafíos prácticos), mismo que a decir de La doctora Mónica López Barahona, miembro del Consejo Directivo de la Pontificia Academia para la Vida y presidenta de la Fundación Jérôme Lejeune en España, se encuentra en contra del Magisterio de la Iglesia, la doctora también consideró que el documento debía ser revisado por parte del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

La enseñanza de la Iglesia sobre la anticoncepción no surge con la publicación de la Humanae Vitae, con anterioridad el Papa Pío XII dirigió un discurso a las comadronas católicas, en el que afirmó lo siguiente:

Nuestro Predecesor Pío XI, de feliz memoria, en su Encíclica Casti connubii, del 31 de diciembre de 1930, proclamó de nuevo solemnemente la ley fundamental del acto y de las relaciones conyugales: que todo atentado de los cónyuges en el cumplimiento del acto conyugal o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, atentado que tenga por fin privarlo de la fuerza a él inherente e impedir la procreación de una nueva vida, es inmoral; y que ninguna “indicación” o necesidad puede cambiar una acción intrínsecamente inmoral en un acto moral y lícito (cf. AAS, vol. 22, págs. 559 y sigs.).

Esta prescripción no es cambiable al gusto de algunos o según la interpretación de otro, sino que continúa vigente a pesar del transcurrir del tiempo porque no es un simple precepto de derecho humano, sino la expresión de una ley natural y divina.