El arzobispo emérito, cardenal Jean-Pierre Ricard, explica que decidió «no ocultar más» su situación y «ponerse a disposición de la justicia» tanto civil como canónica. Además, añadió que lo hizo público ahora «cuando la Iglesia de Francia ha querido escuchar a las víctimas y actuar en la verdad».

«Hace 35 años, cuando era párroco, me comporté de manera reprobable con una joven de 14 años de edad. Mi comportamiento necesariamente causó graves consecuencias para esta persona» confiesa.

El cardenal Ricard indicó que pidió perdón a la víctima y renueva su petición de perdón a ella y a toda su familia. Por todo ello, comunicó que decidió tomarse «un tiempo de recogimiento y oración».

Monseñor Moulins-Beaufort, actual presidente del episcopado francés, explicó que esta confesión del arzobispo emérito de Burdeos la recibieron este domingo como «un shock». Además, precisó que, aunque el caso es antiguo, se remitió un informe al fiscal, ya que la víctima era menor de edad en el momento de los hechos y otro informe al Dicasterio para la doctrina de la fe del Vaticano.