Libero Milone, expresidente y director ejecutivo de Deloitte Italia, una firma multinacional de auditoría y consultoría, quien fue nombrado Auditor General de la Santa Sede en 2015, junto con su adjunto, Ferruccio Panicco, exauditor jefe del fabricante italiano Indesit, presentaron una demanda de 53 páginas el 4 de noviembre contra la Secretaría de Estado por un monto de $ 9,25 millones para “obtener una reparación adecuada por los daños sufridos” como consecuencia de su despido injusto en 2017. 

La demanda acusa a la Santa Sede de “incumplimiento de contrato, daño a la reputación y daño moral a nosotros y a nuestras familias”. El despido, argumentó Milone, fue una violación de un contrato de 5 años con la Santa Sede y ha resultado en daños a la reputación y la carrera de Milone, ya que en la justificación del despido, el Vaticano acusó a los hombres de espionaje y malversación de fondos.

Milone también contó que ha escrito siete cartas al Papa Francisco desde su destitución, “pidiendo una audiencia para ilustrar mi posición con respecto a este evento, pero nunca he recibido respuestas y tengo dudas de si estas cartas alguna vez le llegaron”.

Milone ha insistido continuamente en que las acusaciones contra él y Panicco son absolutamente falsas y que fueron el resultado de su auditoría en la que descubrió una corrupción financiera incómoda como el infame trato del “apartamento en Londres“, que le costó al Vaticano cientos de millones de euros, inversiones en productos farmacéuticos, empresas productoras de abortivos y anticonceptivos contrarias a la doctrina moral de la Iglesia, desfalcos por parte de altos cardenales y funcionarios y lavado de dinero por parte de la Secretaría de Estado y el Banco del Vaticano.  

La demanda contra el Vaticano detalla más de veinte ejemplos de malas prácticas financieras y corrupción. Milone dijo que “estas investigaciones llevaron a la identificación de más de 5 millones de euros en fondos devueltos o por devolver”.