El lunes, el grupo conservador de periodismo encubierto Project Veritas publicó un video en Twitter de una conversación entre un periodista y un científico senior de Pfizer que tuvo lugar en 2021, destacando la realidad de que el gigante farmacéutico realizó pruebas para determinar si la miocarditis (inflamación del corazón) fue causado por las vacunas. 

En el video el científico de Pfizer admite que la compañía conocía los riesgos potenciales de las vacunas de ARNm contra el COVID-19 que causan miocarditis a pesar de abstenerse de compartir esa información con el público. 

“Big Pharma conoce desde hace mucho tiempo los posibles efectos secundarios de la vacuna Covid-19”, escribió Project Veritas en una publicación en las redes sociales. “Simplemente no querían decirlo públicamente. En 2021, el científico de @Pfizer, Chris Croce, le dijo a nuestro periodista que ya estaban probando vínculos entre su vacuna y la miocarditis”. 

“Acabamos de enviar muestras de 3000 pacientes para que se hicieran pruebas de niveles elevados de troponina para ver si se basa en una vacuna”, dice Croce en el video. 

Los niveles más altos de troponina indicarían inflamación y daño cardíaco. 

El científico agregó que la miocarditis es una preocupación “más para las personas más jóvenes” y la razón de ello es “lo que estamos investigando en este momento”. 

Los resultados de las pruebas no se publicaron y no aparecen en el sitio web de Pfizer. Un comunicado de prensa de julio de 2021 compartió los resultados de un estudio de “seguimiento de seis meses” que midió la “seguridad y eficacia” de la vacuna de Pfizer. La compañía afirmó que “los datos confirman que la vacuna continúa siendo segura, bien tolerada y altamente eficaz para prevenir el COVID-19”. 

En ese momento, las inyecciones estaban “autorizadas para uso de emergencia” para todas las personas mayores de 12 años. En el mismo comunicado, Pfizer escribió que “los informes de eventos adversos luego del uso de la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19 bajo autorización de uso de emergencia sugieren mayores riesgos de miocarditis y pericarditis, particularmente después de la segunda dosis”.