Con la decisión tomada por la Corte Suprema ha quedado derogado el fallo del caso Roe vs. Wade, que abrió las puertas al aborto legal en Estados Unidos desde hace 50 años.

De acuerdo con la Corte Suprema, el supuesto “derecho” al aborto “no está protegido implícitamente por ninguna disposición constitucional”.

Para mostrar su rechazo a esta decisión, miles de personas salieron a las calles en varias ciudades del país. En una protesta frente al edificio de la Corte Suprema en Washington, mujeres reclamaron su falso derecho a decidir sobre lo que con ignorancia llaman su cuerpo.

Quién comparte la misma mentalidad asesina es el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quién ha condenado la decisión de la Corte Suprema de EE.UU. de anular el fallo que, durante 50 años, permitió a las muejeres asesinar a sus hijos mientras se encontraban en sus vientres.

“Estoy muy decepcionado, porque los derechos de las mujeres deben ser protegidos”, expresó. “Y habría esperado que EE.UU. protegiera esos derechos“, se lamentó.